Historia

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SALVATELLA ADVOCATS es sinónimo de la prestación de servicios jurídicos en Girona desde hace muchos años, tantos como más de 100. Sucesivas generaciones se han ido dedicando al oficio, desde que Francisco de Paula Salvatella y Senmartí se dio de alta en el Colegio de Procuradores del Tribunal de Girona, el 4 de julio de 1908, Iniciando así una estirpe de juristas que con el tiempo se acabarían convirtiendo en una tradición familiar

/FRANCISCO DE PAULA SALVATELLA Y SENMARTI
(1877-1946)
FRANCISCO DE PAULA SALVATELLA Y SENMARTI

El 4 de julio de 1908, FRANCISCO DE PAULA SALVATELLA Y SENMARTÍ ((1850-1923), casado con Maria Roca y Pinet, comenzó a ejercer en Girona su profesión de procurador de audiencia, desde su despacho de la calle Platería, 1, junto a la Rambla de la Libertad: acababa de obtener el título de procurador de audiencia concedido por el rey Alfonso XII. Tendría dos hijos, En JOAQUIM Ma. SALVATELLA Y ROCA y N 'ENRIC SALVATELLA Y ROCA, dedicados al mismo oficio, ya que ambos ejercieron su profesión en Girona, el primero, de abogado, y el segundo, de procurador de los tribunales. 

/ENRIC ROCA Y NOGUER
(1850-1925)
ENRIC ROCA Y NOGUER

No muchos años antes, el suegro de Francisco de P. Salvatella, ENRIC ROCA Y NOGUÉS (1877-1946), ejercía su profesión de abogado, compatibilizando con su cargo de secretario de la Diputación Provincial de Girona.  

/JOAQUIM Ma. SALVATELLA Y ROCA
(1911-1987)
JOAQUIM Ma. SALVATELLA Y ROCA

A partir del año 1932, JOAQUIM Ma. SALVATELLA i ROCA (1911-1987), ejerció como abogado en Girona, primero, desde su despacho de la calle de la Fuerza, y luego, desde el Mas Salvatella, radicado en la Ctra. de Francia, hasta su fallecimiento, en 1987 Destacó, especialmente como penalista, y fue conocido por haber defendido, con 21 años, una causa de esta naturaleza ante el Tribunal Supremo de Madrid.  

/ENRIC SALVATELLA Y ROCA
(1921-1995)
ENRIC SALVATELLA Y ROCA

  El 11 de mayo de 1946, ENRIC SALVATELLA Y ROCA (1921-1995), obtuvo el título de procurador de los tribunales y empezó a ejercer en Girona su profesión, hasta su jubilación, haciéndolo durante más de 40 años, primero desde la calle Santa Clara, después desde la calle Santa Eugenia, y finalmente, desde la calle Corazón de María. Vivió en la época del papel carbón y de las máquinas de escribir Underwood, justo antes de la actual revolución digital e informática.